martes, 30 de marzo de 2010

Los cinco reinos

Hasta mediados del siglo XIX, los organismos se clasificaban en dos reinos: animales y vegetales. Todo lo que no era claramente un animal se clasificaba como vegetal.

Desde principios del siglo XX, esta clasificación ha sufrido drásticas reformas:
La ausencia de verdadero núcleo en los procariontes hizo comprender a los taxonomistas que se trataba de organismos claramente diferentes y fueron incluidos en un reino aparte llamado mónera.

También surgieron dudas entre los eucariontes. Los hongos, considerados durante mucho tiempo como vegetales, poseen características peculiares que los diferencian claramente tanto del reino animal como del vegetal y fueron incluidos en un reino diferente.
Por último se definió un quinto reino, el protoctista, que incluye a los organismos que no son ni animales, ni plantas, ni hongos, ni procariontes. A él pertenecen organismos tan diversos como una ameba y un alga gigante.


Móneras, protoctistas y hongos

Se subdivide en dos grupos que se diferencian por la composición de su pared celular y algunas características de la síntesis de ARN y proteínas.
Arquibacterias. Incluye bacterias que viven en ambientes extremos.
Eubacterias. Son las bacterias típicas.

Considerado como un ?cajón de sastre?, incluye, además de las algas y los protozoos, un conjunto de grupos de eucariontes, de difícil clasificación, con la única condición de que no pueden incluirse en otro reino.
Protozoos. Organismos unicelulares con características animales.
Abundan en las charcas, como las amebas, que se desplazan mediante seudópodos, o los paramecios, cuyo cuerpo está recubierto de cilios.
Causan enfermedades, como el tripanosoma, o el plasmodio.
Algas. Organismos unicelulares, como las diatomeas, o multicelulares, como la laminaria, que pueden alcanzar más de 100 m de longitud.

Formado por descomponedores de la materia orgánica que ponen la materia inorgánica a disposición de los vegetales.
Su reproducción es asexual por esporas. Al germinar, las esporas originan finos tubos llamados hifas que forman una masa filamentosa, el micelio. En algunas especies, las esporas se fabrican en estructuras denominadas setas, mucho más visibles que el propio micelio.
La clasificación de los hongos es compleja y muy discutida; se basa en aspectos relacionados con la reproducción. Entre los más comunes se encuentran:
Mohos
Levaduras
Micorrizas
Líquenes
Las setas de algunos hongos

La característica más llamativa de los componentes de este grupo es su capacidad para realizar la fotosíntesis, que los convierte en piezas fundamentales e imprescindibles para la vida. Su clasificación se hace teniendo en cuenta los siguientes criterios:
Presencia de vasos conductores. Las plantas se clasifican como no vasculares y vasculares.
Presencia de semillas. En las plantas vasculares se incluyen las pteridofitas, que no presentan semillas en su desarrollo embrionario, y las espermatofitas o plantas con semilla.
Formación de fruto. Las semillas de las espermatofitas pueden ser desnudas; así ocurre en las gimnospermas, o estar protegidas en el interior de un fruto, como sucede en las angiospermas.
Detalles de aparatos reproductores. Es un criterio utilizado para clasificar el enorme grupo de las angiospermas, o plantas con flores típicas. La primera división, en monocotiledóneas y dicotiledóneas.

La motilidad y la sensibilidad, aunque presentes en otros reinos, son capacidades que han adquirido en los animales un desarrollo espectacular. Su clasificación se hace atendiendo a los siguientes criterios:
Diferenciación en tejidos y órganos. La mayoría de los animales son eumetazoos, con verdaderos tejidos y órganos. Solo unos pocos, llamados parazoos, carecen de ellos.
Tipo de simetría corporal. Dentro de los eumetazoos se distinguen dos grupos: con simetría radial y con simetría bilateral.
Características del desarrollo embrionario. Según esto, los bilaterales se dividen en función de si presentan celoma o no. Los celomados se dividen en protóstomos y deuteróstomos en función de cómo tiene lugar el desarrollo embrionario.

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